Empecé trabajando con niños, formándome como educadora de primera infancia y complementando mi preparación con cursos de Terapia Floral. El arte siempre fue parte de mí, y seguí ejerciendo como tallerista de Artes Plásticas y profesora de Historia del Arte. Pero la vida me tenía preparado otro gran cambio: un problema de salud me obligó a interrumpir mi trabajo con niños.

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En ese momento, estudiar Hoponopono, Kabbalah y un Curso de Milagros me brindó calma y fe para continuar. Participar en Grupos Terapéuticos y formarme en Gestalt y PNL me permitió cambiar mi percepción, adoptando una forma de ayuda muy cuidadosa y ecológica, sin re-traumatizar.

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Con una mirada sin juicio y un acompañamiento amoroso, mi verdadera vocación se reveló. Volví a trabajar con niños tras formarme en Terapia Gestalt para niños y familias, y pronto me encontré ayudando a mujeres solas con hijos a encontrar sus propios recursos.

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Continué capacitándome en Biodecodificacion, Registros Akáshicos y Constelaciones Familiares, herramientas clave para enriquecer mi enfoque y habilidades.